jueves, 13 de enero de 2011

EL CAJA-DRILO


Una idea para aprovechar cajas vacías que nos servirá para tener a buen recaudo nuestros pequeños tesoros, guardar lápices y rotuladores o, simplemente, adornar nuestra estantería.



Material necesario:
una caja rectángular
alambre
papel de cocina
cinta de pintor
pintura acrílica



Comenzaremos haciendo las patas con dos trozos de alambre.

Las pegamos con cinta de pintor en la tapa de la caja y las forramos con la cinta hasta darles forma.

 


Construimos el cocodrilo con el papel de cocina empapado en aguacola siguiendo el método empleado para hacer la caja-tuga de los quesitos, teniendo la precaución de escurrirlo bien.

Una vez seco, pintamos el cocodrilo y la parte inferior de la caja y... ¡ya tenemos nuestro caja-drilo preparado para esconder cosas en su panza!

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